domingo, 5 de octubre de 2014

Charles Baudelaire: "El Pintor de la Vida Moderna"

Charles Pierre Baudelaire fue un reconocido crítico de arte y aclamado poeta. Escribió un ensayo fascinante, "El Pintor de la Vida Moderna", en el cual manifiesta no desprecio, si no admiración hacia aquellos artistas que no reflejan solamente el pasado en su obra, si no que alaban la vida cotidiana mediante la expresión artística.


Charles Baudelaire

Baudelaire nos dice que el valor del pasado reside en la forma en que el artista extrae la belleza de esos días, a sí mismo por el valor histórico que el pasado, valga la redundancia, representa. Pero, entonces, ¿qué pasa con el presente?. La respuesta del autor es simple, pero sumamente compleja: la casualidad. El presente es bello por la casualidad que lo envuelve. Eso es lo que Charles quería ver en el arte, el presente. La costumbre, ya sea de un burgués refinado, como de un obrero de clase media.

La espontaneidad del momento es un concepto nuevo de belleza. En épocas pasadas, los modelos para pintura vestían ropas que simulaban lo "bello". El hombre no poseía una belleza natural, si no creada. Ensayada. Una pantomima pensada para lucir, no tanto para representar. Y si era para representar, tendían a embellecer quizás de más.

Baudelaire afirma que la belleza está compuesta de dos elementos; uno de ellos es eterno y difícil de determinar, mientras que el otro es circunstancial, como la moda.  El autor reta a hallar una muestra de belleza carente de los elementos mencionados.

Más adelante, hay un tema que es bastante interesante. El autor afirma que el artista está conformado por dos partes, una de "niño" y otra de "hombre". La parte de niño es la que otorga la creatividad, la intuición artística. Es la inspiración, las emociones. El hombre está guiado por la razón. Aquí encontré una curiosa relación a la filosofía de Pitágoras, del número perfecto. El número perfecto sería, precisamente, el 2, porque a los humanos nos conforma una parte racional y otra parte completamente pasional.

Volviendo a Baudelaire, hace referencia a un personaje "hombreniño", alguien que retiene la capacidad de asombro de un infante, así como su ingenio. En resumen, me fascina el tino que tiene para describir a un artista "ideal". Debe ser alguien con una sensibilidad increíble, así como una capacidad racional amplia. Lo expresa de manera un tanto romántica, sin embargo, precisa. Ésta, sin duda, es mi parte preferida de su ensayo. Creo que expresa lo que es el artista moderno, ya que la técnica en conjunto con la pasión, genera trabajos sin duda majestuosos e innovadores.


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