miércoles, 10 de diciembre de 2014

Manet, el célebre "Padre del Impresionismo"

Creo que es importante abordar el impresionismo con, si no el mayor, uno de los más importantes artistas de la corriente. Hablo, naturalmente, de Édouard Manet, proclamando como el Padre del impresionismo.



Actualmente es sin duda un artista de renombre, pero comenzó su vida artística en un contexto social donde fue etiquetado de un pintor rebelde, que iba en contra de lo que se tenía como "bueno" dentro del arte. La fama de su arte sólo se compara con la controversia que generó.
Curiosamente, y a pesar de su famoso apodo, él jamás fue un impresionista, ya que los métodos que seguían impresionistas de su tiempo distaban de los que Manet utilizó. 


"Bebedor de Absenta"
Arriba, el primer cuadro que Manet presentó en público. La reacción fue absolutamente aplastante para el pintor, el cuál seguí sin encontrar a su musa. O tal vez su público no era el adecuado. Pueden haber sido muchas cosas las que hicieron que Manet no conociera fama hasta nuestros tiempos.

La primer pintura "aceptada" de Manet fue "El Guitarrista Español", ya que la pintura con temática española fue muy bien aceptada en Francia.



El cuadro "Almuerzo sobre la hierba", de Manet, contiene un tema que no es realmente fresco. Ya en ese entonces, en occidente, se daba mucho la pintura de conversación campestre, y descanso al aire libre. Pero, aquí hay algo nuevo y muy importante, ya que refundió a ésta obra en el rechazo de la escuela artística de la época. ¿Qué es? Simple, la pintura involucra directamente al espectador. 

Podemos ver a dos individuos debatiendo de algún tema cualquiera, y la esposa de uno de ellos detrás, ociosamente. Pero, la otra mujer, nos está mirando directamente a los ojos. Interesante, sin duda. Y, aunque estén dentro de la misma composición, parece que cada personaje está en su propio mundo. La mujer del fondo está distraída, el personaje que señala con la mano parece entablar conversación con su interlocutor masculino, el cual mira hacia la distancia de manera distraída. 

 Claro que el escándalo público que causó Manet fue debido, sobre todo, al hecho de que la mujer está precisamente desnuda y no es perfecta. Me refiero a que, en lugar de pintar a una chica despampanante, con unas proporciones ideales y un rostro angelical, Manet pinta a una mujer común. Mortal, diría yo. Y ésta es una característica importante de Manet.

 La combinación de la desnudez con la mirada inquisitiva hacia el espectador escandaliza por completo a la sociedad y, como es de suponer, la rechazan de manera unánime. 



La pintura más escandalosa de Manet.




Damas y caballeros, "Olympia". La parodia de Manet a una representación renacentista. Es difícil elegir por dónde comenzar.  Para empezar, es evidente la aparición de un personaje de raza negra. Algo increíble para la época, casi un desafío a la escuela del momento. Vemos, por supuesto, a una señorita desnuda. Una vez más, no es la perfección que acostumbraban en la época. Es una mujer de verdad, nada de proporciones mágicas y divinas, ni rostros perfectamente tallados en mármol blanco. Pero, lo más importante de todo es la profesión de la dama presente. 

Así es, la señorita ahí presente es nada más y nada menos que una prostituta. Esa zapatilla colgando perezosamente de su pie, así como el cordón que adorna su cuello y esa joya en la muñeca, la delatan. La expresión de la chica es difícil de descifrar; no podría asegurar si está con actitud altiva y orgullosa o está con aires resignados. Eso fue lo que causó el rechazo y escandalizó a las masas cuando Manet realizó éste cuadro.

Pese a las múltiples críticas realizadas a Manet, no cabe duda que ha influido de una manera favorable al arte en general. Pese a los defectos en su técnica, como la falta de sombras y quizás errores de perspectiva, esos errores crearon su estilo propio que, a su vez, cimentó el impresionismo como lo conocemos.

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